Publicado: 12/02/20 11:43 Categorías: Biología molecular

C. elegans, o como los gusanos pueden ayudarnos a luchar contra el cáncer.  


S
on muchos los modelos animales empleados actualmente en investigación, aunque probablemente uno de los más fascinantes sea el nematodo Caenorhabditis elegansun pequeño gusano que, pese a su apariencia, presenta aproximadamente el mismo número de genes que los seres humanos 


Esto, unido al hecho de que muchos de esos genes sean ortólogos de alguno de los nuestros, ha hecho que cada vez más laboratorios empleen 
este animal como modelo en sus investigaciones.  


U
na de las áreas en las que su uso está más extendido es la del cáncer, donde este animal resulta de gran ayuda para el estudio de las distintas variantes genéticas que pueden conducir o derivar de ciertos tipos de tumores, tanto sanguíneos como sólidos.   


Para ello
, los investigadores hacen también uso de las distintas herramientas de edición génica disponibles, especialmente la mundialmente conocida CRISPR/Cas; mediante esta tecnología, introducen diferentes mutaciones detectadas en genes humanos en los genes ortólogos de C. eleganslo que les permite estudiar sus características y su implicación en los distintos procesos del cáncer.  


Gracias a esta técnica, el grupo de investigación dirigido por el Dr. Cerón, del Instituto IDIBELL, ha conseguido “trasladar” a 
C. elegans las mutaciones originadas en el gen SF3B1 en tumores humanosCon ello han detectado distintos factores que podrían hacer vulnerables a las células mutadas pero no a las sanas, posibilitando así la búsqueda y evaluación de compuestos terapéuticos capaces de actuar específicamente. 

 

Pero el uso de este modelo no se limita sólo a los procesos cancerígenos, sino que también son muchas  las investigaciones relacionadas con diversas enfermedades genéticasbajo la premisa de que no todos los pacientes que portan una misma mutación génica desarrollan la enfermedad de igual forma. Pese a que esto puede deberse a una gran variedad de factores, se ha demostrado que la presencia de otras mutaciones en genes “secundarios” podría ser uno de los motivos principales de la distinta progresión de la enfermedad.  


A este respecto, e
nsayos de este tipo sobre la retinosis pigmentaria, una enfermedad de base genética que produce una pérdida progresiva de visión, han permitido identificar hasta 3 genes “secundarios” cuyas alteraciones podrían estar afectando a la progresión de la enfermedad más allá de los efectos causados por la mutación principal.  


Por todo ello, puede decirse que la humanización
 de C. elegans (mediante técnicas de editado del genoma) es una herramienta de gran potencial para el estudio de las mutaciones implicadas en la aparición y progreso de determinadas enfermedades, así como para la identificación de otros cambios en genes secundarios que, pese a no estar directamente relacionados con la enfermedad, pueden afectar a la progresión y al tratamiento de la misma. Todo esto resulta también de gran utilidad en el campo de la medicina personalizada, al permitir evaluar la efectividad de los distintos tratamientos en función de las alteraciones genéticas presentes.  


¿Y tú? ¿Trabajas con CRISPR? Pues no lo dudes más y ponte en contacto con nosotros. Desde 
Condalab te asesoraremos para que tus experimentos sean todo un éxito.  

 


Bibliografía: