Publicado: 17/09/20 15:47 Categorías: Biología molecular

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna y por ese motivo desde Condalab te queremos presentar un reciente estudio en el que se relaciona la microbiota del tracto intestinal de los niños con las bacterias presentes en la leche materna. 

 

Este estudio llevado a cabo en colaboración por universidades de Estados Unidos y Canadá aporta datos de que ciertas bacterias como son Streptococcus spp. y Veillonella dispar están presentes tanto en la leche de las madres como en las heces de sus hijos, y esta coincidencia se reducía cuando los infantes recibían leche que había sido previamente extraída de la madre 

 

Los autores confirman que las abundancias relativas de las especies comunes compartidas por madre e hijo se correlacionan de manera positiva entre la leche y las heces y que la composición de la microbiota del tracto intestinal del niño está fuertemente asociada a la duración y exclusividad de la lactancia como método de alimentación, junto con el tipo de nacimiento que ha tenido (parto natural o cesárea). 

 

 

 

La extracción de leche materna es algo muy común y que permite a muchas madres, sobre todo cuando se incorporan de nuevo al mercado laboral, prolongar el periodo de lactancia. Sin embargo, los investigadores han notado que la composición bacteriana de la leche puede verse afectada por la extracción.  

 

El estudio incluía 1.249 madres con sus hijos, la duración media del periodo de lactancia fue de 9.4 meses y el 61% de las madres indicó haber alimentado a los bebés en algún momento durante el tercer y cuarto mes con leche extraída. 

 

A los tres meses, los investigadores comprobaron que la composición de la microbiota de aquellos infantes que ya no eran alimentados con leche materna era diferente que la de los que seguían alimentándose de ella, de forma exclusiva o parcial. También encontraron una sutil diferencia entre estos dos últimos casos. 

 

Aquellos no lactantes presentaban una mayor diversidad y madurez de la microbiota en comparación con los que todavía seguían con esta alimentación. 

 

Entre los tres meses y el año, la diversidad microbiana se veía aumentada en niños lactantes mientras que la de los que cesaron la lactancia antes de los tres meses apenas sufría ningún cambio. 

 

Todos estos resultados sugieren un impacto dependiente de la dosis de la alimentación con leche materna sobre la diversidad de la microbiota intestinal y una maduración y diversificación tempranas o aceleradaen no lactantes. 

 

De esta manera, cobra fuerza la hipótesis de que la leche materna puede actuar como una incubadora que enriquece, protege y transporta ciertas bacterias al tracto intestinal del bebé.  

 

En Condalab tenemos muy claro el papel tan importante que juega el Microbioma en nuestra salud y por ello te ofrecemos un extenso portfolio que abarca todos los pasos de su estudio: desde la toma de la muestra hasta la secuenciación de la misma.  

 

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