Método tradicional vs rápido, ¿amigos o enemigos en el control de Legionella?

El cambio de temperatura nos ha cogido un poco desprevenidos este año, por lo que hasta ahora no hemos empezado a utilizar nuestro sistema de aire acondicionado. 

Sin embargo, además de agradecer su presencia durante los calurosos meses de verano, también hay que tener en cuenta la limpieza e inocuidad de este aliado, que muchas veces pasa desapercibida, pero es vital si queremos evitar riesgos para nuestra salud.  

Legionella en nuestros aparatos de aire acondicionado  

El entorno de Legionella spp. es un ambiente natural acuoso, donde parasita los protozoos acuáticos, a partir del cual puede llegar a contaminar también circuitos de aguas artificiales. En éstos proliferan en grandes números, particularmente en estructuras de agua caliente como torres de enfriamiento o sistemas de aire acondicionado (sistemas productores de aerosoles).  

Este aspecto es importante a considerar, ya que esta bacteria puede ingresar en los pulmones y ocasionar enfermedades graves como legionelosis, que se caracteriza por una neumonía aguda, siendo L. pneumophila responsable del 90% de los casos. 

Cabe destacar que actualmente en las pruebas para descartar neumonía por COVID-19, Legionella es uno de los parámetros que se miden junto con neumococos y VIH.  

Es por ello que la prevención debe comenzar en las fuentes de agua, y su control realizarlo por medio de métodos estandarizados a fin de evitar este riesgo para la salud pública.  

Los medios de cultivo son la técnica más comúnmente utilizada por excelencia para la vigilancia ambiental de Legionella spp., por la cual estos microorganismos se pueden aislar, al igual que estimar su cuantificación.  

Alrededor del mundo, los laboratorios siguen distintos métodos para este fin, los cuales difieren en sensibilidad y especificidad para el cultivo de este bacilo Gram negativo. Esto se debe principalmente a las diferentes técnicas de concentración que se utilicen, pudiendo ser por medio de filtración por membrana o centrifugación. Por ejemplo, la ISO recomienda una membrana de policarbonato o nilón, o la centrifugación. Mientras, por su parte el CDC indica en sus protocolos únicamente el uso de membranas de policarbonato.   

Sin embargo, a pesar de existir ligeras diferencias entre los protocolos existentes, los fundamentos y elementos son similares. 

¿Qué método se sigue para el control en la UE? 

Entonces, ¿existen alternativas al cultivo? 

Las técnicas rápidas como la qPCR son una opción con una gran aceptación general para los principales microorganismos en el control ambiental, incluida Legionella. 

Existen varias publicaciones donde se describe la metodología para la detección de este patógeno en muestras de aguas. 

Y a pesar de existir algunos kits comerciales en el mercado, muy pocos ofrecen la capacidad de multiplexado para varias cepas de L. pneumophila, y ninguna puede distinguir el serotipo 1 de los serotipos 2-15. 

No obstante, la qPCR ofrece una respuesta rápida en caso de algún brote al ser un método de cuantificación más rápido.  

En la siguiente imagen se pueden cómodamente apreciar los pros y contras de cada uno de los métodos: 

Son evidentes los beneficios que aporta cada uno, y si bien el método de cultivo continúa siendo el referente para la detección y enumeración de Legionella en muestras ambientales, la qPCR plantea un nuevo enfoque para ofrecer resultados rápidos; siendo así una herramienta complementaria al método tradicional, sobre todo en la detección de muestras negativas.  

Contáctanos para poner a punto tu método de detección ISO 11731, tenemos disponibles todos los productos necesarios, y además simplificados para minimizar el trabajo en el laboratorio.