Publicado: 27/10/21 11:43 Categorías: Biología molecular

Las células madre son un tipo específico de células cuya característica principal es su capacidad simultánea para autorrenovarse y, a la vez, diferenciarse. Así, las células madre son capaces de dar lugar a células diferenciadas funcionales pero, al mismo tiempo, generar nuevas células madre, de modo que siempre se mantenga un nicho de células indiferenciadas en el organismo.  

 

Existen diversaformas de clasificar estas células, siendo una de las más habituales la clasificación en función de su potencialidad celular (esto es, de su capacidad para diferenciarse a otros tipos celulares).  

 

Pero, además, las células madre también se clasifican según su localización, es decir, del lugar del que se pueden extraer. A este respecto, se distinguen 4 tipos principales de células madre:  

 

  • Adultas (somáticas): se encuentran en zonas específicas de los tejidos adultos, los cuales conservan un cierto número de células que se encargan de mantener, renovar y regenerar nuestros órganos. 
  • Embrionarias (fetales): son células pluripotentes que se encuentran en los embriones humanos en las primeras fases de desarrollo (blastocisto). Presentan una gran capacidad de diferenciación, pero llevan asociadas ciertas controversias a nivel ético que limitan su uso.  
  • Pluripotentes inducidas (iPSCs): células somáticas adultas que han sido modificadas en el laboratorio con el fin de reprogramarlas genéticamente e inducir, así, su pluripotencialidad. 
  • Perinatales: células presentes en el líquido amniótico y en la sangre del cordón umbilical. Se trata de células multipotentes con una gran actividad 

 

Dentro de las células madre perinatales, cobran especial importancia las procedentes del cordón umbilical, debido a su gran potencial y a su facilidad de obtención y conservación.  

Fuente: Cells4life.es 

 

Dentro de estas células, deben diferenciarse las que se extraen de la sangre del cordón y las procedentes del tejido del propio cordón, ya que presentan ciertas diferencias en sus características y aplicaciones.  

 

Así, de la sangre se extraen células hematopoyéticas, mientras que del cordón se obtienen mayoritariamente células madre mesenquimales y, en menor medida, un tipo celular conocido como VSEL, “Very Small Embryonic-like Stem Cells”.   

 

  • Células madre hematopoyéticas (HSCs)células con capacidad de transformarse en todos los tipos celulares sanguíneos (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas). Son muy útiles en tratamientos contra ciertos tipos de cáncer y como alternativa terapéutica en trastornos a nivel inmune. 
  • Células madre mesenquimales (MSCs): células multipotentes con capacidad para dar lugar a una gran variedad de tipos celulares, incluyendo células del tejido nervioso, del músculo y del cartílago.  
  • Células madre muy pequeñas similares a las embrionarias (VSEL)células de pequeño tamaño que comparten muchas de las características de las células madre embrionarias, destacando la gran capacidad de diferenciación que presentan. Pese al gran potencial de estas células, las técnicas actuales de procesamiento del cordón umbilical las eliminan casi por completo, por lo que apenas se pueden aprovechar.  

 

Todos estos tipos celulares han demostrado tener una gran eficacia en el tratamiento de múltiples enfermedades. Es por ello que, desde hace unos años, se está haciendo un gran hincapié en la conservación del cordón umbilical tras el parto pues, congeladas y almacenadas de forma adecuada, las células madre que se encuentran en el mismo pueden mantenerse durante más de 20 años, constituyendo una fuente de células de fácil acceso y gran potencial  

 

De hecho, desde que se realizó el primer trasplante con este tipo de células en el año 1989, se han llevado a cabo más de 40.000 trasplantes para tratar una gran variedad de enfermedades, desde patologías oncológicas, fallos medulares y anemias hasta enfermedades metabólicas y del sistema inmune.  

 

Entre las ventajas de este tipo de trasplantes destacan la facilidad de acceso a las células madre, la seguridad (menor riesgo de transmisión de infecciones virales o mutaciones somáticas en comparación con las células procedentes de tejidos adultos) y, sobre todo, la compatibilidad pues, en el caso de utilizar células procedentes del mismo individuo, la compatibilidad es del 100%.  

 

Entre las enfermedades para las que estas células madre han demostrado ser altamente eficaces, podemos destacar:  

 

COVID-19 

Dentro de las complicaciones más frecuentes derivadas de la COVID-19, la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, destaca el síndrome respiratorio agudo, presente en los casos más críticos.  

 

Pese a que no existe ninguna terapia efectiva para tratar esta complicación, recientemente se han realizado estudios en los que se ha recurrido al empleo de células madre de cordón umbilical en pacientes con esta patología, los cuales han demostrado cierta mejoría en la función respiratoria y renal, reduciendo la mortalidad y acelerando el tiempo de recuperación.  

 

La displasia broncopulmonar (DBP) es un trastorno pulmonar crónico que afecta principalmente a bebés prematuros, y que se produce como consecuencia del desarrollo anómalo del tejido pulmonar, lo que provoca inflamación y presencia de cicatrices en los pulmones.  

 

Varios grupos de investigación se encuentran actualmente trabajando en el desarrollo de ensayos clínicos en bebés prematuros que padecen esta patología o que se encuentran en alto riesgo de hacerlo. El objetivo de los mismos es evaluar el potencial de la terapia basada en células madre mesenquimales para mejorar el estado de los pacientes.  

  

Enfermedades autoinmunes 

Una de las principales características de las células madre mesenquimales es su capacidad inmunomoduladora, lo que las hace altamente efectivas en el tratamiento de enfermedades autoinmunes 

 

Entre las enfermedades en las que se está trabajando actualmente en este tipo de terapias destacan la enfermedad injerto contra huésped (relacionada con los trasplantes), la enfermedad inflamatorio intestinal, la dermatitis atópica o la artritis reumatoide, en las que el sistema inmune del paciente se ve alterado en mayor o menor medida.  

 

Parálisis cerebral 

La parálisis cerebral es una de las causas más frecuentes de discapacidad infantil. Presente en dos de cada mil nacimientos, esta patología afecta al desarrollo normal del paciente, causando déficit neurológico de por vida.  

 

Pese a no tener un tratamiento curativodiversos ensayos clínicos han demostrado la eficacia de la infusión de células madre de sangre de cordón umbilical en la mejoría del estado de estos pacientes.  

 

¿Y tú? ¿Trabajas con células madre? Si es así, y deseas conocer todo lo que Condalab puede ofrecerte para trabajar con ellas, echa un vistazo a nuestro flyer o accede a la grabación de nuestra última webinar al respecto.  

 

Bibliografía