Calidad del agua embotellada ¿mito o realidad?

En Europa, entre los países con más ventas de este tipo de producto encontramos a Alemania, Italia, Francia y España; siendo el consumo más alto de 200 L/persona anualmente. 

Actualmente el agua embotellada no se limita a su consumo, sino también a preparar leche de fórmula para bebés y otros usos de limpieza de dispositivos médicos o sanitarios, dada esta percepción de seguridad superior. 

Sin embargo, esto puede no ser del todo cierto, ya que se ha demostrado en múltiples investigaciones que en realidad el agua envasada no tiene una calidad superior al agua de grifo. 

Riesgos microbiológicos en el agua embotellada 

En Francia, hace poco se descubrió que las principales empresas de agua embotellada han utilizado durante años técnicas de purificación no permitidas y productos incumplidos con las regulaciones establecidas, especialmente en contaminación bacteriana y/o química. 

 
Es preocupante puesto que, según informes, se encontrarían involucradas en estas prácticas un tercio de las marcas comercializadas en el país, con lo cual el alcance del riesgo a la salud de los consumidores sería extenso. 

Los principales riesgos microbiológicos que podemos encontrar en aguas envasadas son Escherichia coli y Enterococos intestinales. Además, se han encontrado patógenos como Pseudomonas aeruginosa que son especialmente peligrosos debido a su habilidad para formar biofilms en el interior de las botellas, el fondo y el tapón, gracias a las pequeñas cantidades de compuestos orgánicos presentes en el agua.