Publicado: 26/01/21 16:55 Categorías: Biología molecular

Una de las áreas de estudio que más auge está experimentando durante los últimos años es, sin duda, la terapia génica y celular.  

 

En pocas palabras, la terapia génica consiste en la transferencia o modificación de uno o varios genes. Dependiendo de la enfermedad a tratar, puede ser necesario sustituir un gen alterado por uno sano (esto es, modificarlo), introducir un gen que ayude al cuerpo a combatir o a tratar la enfermedad o incluso desactivar el gen implicado en el trastorno.  

 

Una de las últimas enfermedades para las que se ha aplicado este tipo de terapia es la neuropatía óptica hereditaria de Leber, una enfermedad mitocondrial neurodegenerativa que se caracteriza por la pérdida súbita y bilateral de la visión, generalmente en adultos jóvenes, debido a la degeneración del nervio óptico.  

 

Dicha enfermedad está causada por la presencia de mutaciones en el DNA mitocondrial, principalmente en los genes MT-ND1, MT-ND4 y MT-ND6, que codifican para varios de los componentes del complejo I de la cadena respiratoria mitocondrial.  

 

El principal problema a la hora de abordar el tratamiento de este tipo de enfermedades es que para que la terapia génica sea efectiva, debemos conseguir no sólo introducirla en el interior celular, sino también en el interior de las mitocondrias.  

 

¿En qué consiste el tratamiento empleado? 

Para el desarrollo de esta terapia, los investigadores han empleado virus adenoasociados (AAV) defectuosos, a través de los cuales han introducido copias normales (sanas) del gen MT-ND4 en el interior celular.  

 

Los AAV son un tipo de virus muy simples y no autónomos, con DNA lineal de cadena sencilla. Debido a sus características, son uno de los tipos de virus más empleados en el desarrollo de terapias génicas.  

  • Integración en el genoma de la célula huésped.  
  • Expresión persistente en las células infectadas. 
  • Baja inmunogenicidad y buen perfil de seguridad. 
  • Bajo riesgo de mutagénesis insercional.
 
 

Empleando este tipo de virus, los investigadores a cargo del proyecto introdujeron una secuencia del gen MT-ND4, a la que se había añadido una secuencia de señalización a la mitocondria; de esta forma, cuando el gen se traduce en el citoplasma celular, la proteína originada puede ser transportada al interior de la mitocondria, donde se espera que haga su efecto terapéutico.  

 

Proceso experimental y resultados obtenidos 

El enfoque principal de los investigadores consistió en la inyección de la terapia en el ojo izquierdo de 37 pacientes afectados por esta enfermedad. El objetivo de esta aproximación era comparar los resultados obtenidos en el ojo tratados versus al no tratado (en el que se inyectaba una solución inocua).  

 

Una vez transcurridas 96 semanas, se evaluaron los resultados obtenidos, observándose una recuperación clínica relevante en el ojo tratado en un 68% de los pacientes. Pero, lo más sorprendente no era esto, sino que casi un 80% de los pacientes del ensayo mostraba una mejora significativa de la visión en ambos ojos, no solo en el que se había inyectado el tratamiento.  

 

Ante este hallazgo, y con el fin de investigar la causa, se decidió replicar el experimento en modelos de primates, que tienen un sistema visual similar al humano. Los resultados mostraron la presencia de DNA viral tanto en el ojo tratado como en el nervio óptico contralateral del otro ojo evidenciándose, de este modo, una transferencia del material introducido entre ambos ojos. 

 

Aunque aún quedan muchos datos por obtener (sobre todo en relación al alcance de la terapia en el ojo no tratado), los responsables de este ensayo clínico se muestran muy esperanzados con los resultados preliminares obtenidos.  

 

El estudio ha sido llevado a cabo por un equipo internacional de científicos, tanto europeos como estadounidenses, y liderado por Patrick Yu-Way-Man, investigador y neuroftalmólogo de la Universidad de Cambridge y del Hospital Moorfields de Londres. Puede consultarse los resultados completos en el siguiente enlace 

 

Si tú también trabajas en terapia génica y celular, no dudes en contactar con nosotros para descubrir todo lo que podemos ofrecerte.  

 

Bibliografía: